Misión Posible: Cómo Lavar los Dientes a un Gato y Mantener su Sonrisa Felina

• Elige el momento adecuado: Cuando tu gato esté relajado y tranquilo (después de una siesta, antes de una comida).
• Acaricia su boca: Con suavidad, acaricia su cara, luego levanta suavemente sus labios para tocar sus encías y dientes con tu dedo. Hazlo por unos segundos y luego recompénsalo.
• Repite esto varias veces al día durante unos días, aumentando gradualmente el tiempo.

• Deja que pruebe la pasta: Pon una pequeña cantidad de pasta de dientes para gatos en tu dedo y deja que tu gato la lama. La mayoría de las pastas tienen sabores atractivos.
• Asocia la pasta con algo positivo: Si le gusta el sabor, esto será un gran motivador. Recompénsalo después de que la pruebe.
• Combina con el contacto: Una vez que esté cómodo con la pasta, pon un poco en tu dedo y frota suavemente sus encías y dientes (solo los de adelante por ahora).

• Deja que explore el cepillo: Deja el cepillo a la vista para que tu gato lo olfatee y se familiarice con él.
• Pon pasta en el cepillo: Una vez que esté cómodo con el cepillo, pon una pequeña cantidad de pasta en él.
• Cepillado suave y breve: Levanta suavemente el labio de tu gato y cepilla los dientes de adelante con movimientos suaves y circulares. Empieza con solo unos pocos segundos y aumenta gradualmente.
• Enfócate en la parte exterior: La mayoría de los problemas se desarrollan en la superficie exterior de los dientes, donde se acumula la placa. No te preocupes demasiado por el interior al principio.
• Recompensa: Cada sesión debe terminar con una golosina, un juego o muchas caricias.

• Incrementa el tiempo: Una vez que tu gato acepte el cepillo, intenta cepillar durante 30 segundos a un minuto, cubriendo la mayoría de los dientes.
• Frecuencia ideal: Lo ideal es cepillar los dientes de tu gato todos los días. Si eso no es posible, intenta al menos 3-4 veces por semana. La consistencia es clave.
• Sé paciente: Algunos gatos tardarán más que otros en acostumbrarse. Si tu gato se estresa, detente y vuelve a intentarlo más tarde o al día siguiente. Nunca lo fuerces, ya que esto puede crear una aversión permanente.

• Empieza joven: Si tienes un gatito, empieza el proceso de acostumbramiento lo antes posible. Será mucho más fácil.
• Sé positivo y tranquilo: Tu actitud se transmite a tu gato. Si estás estresado, él también lo estará.
• Posición cómoda: Busca una posición en la que ambos estéis cómodos. Algunos prefieren tener al gato en su regazo, otros en una mesa.
• No te rindas: Puede que haya días en los que tu gato no coopere. No te desanimes. Vuelve a intentarlo al día siguiente.
• Consulta a tu veterinario: Si tienes dificultades o si tu gato ya tiene signos de enfermedad dental, habla con tu veterinario. Puede que necesite una limpieza dental profesional antes de que puedas empezar con el cepillado en casa.

Lavar los dientes de tu gato es un acto de amor que le brindará una mejor calidad de vida y te ahorrará posibles visitas costosas al veterinario. Con un poco de dedicación, tú y tu felino pueden convertir esta "misión imposible" en una rutina saludable y hasta agradable. ¡Tu gato te lo agradecerá con una sonrisa (y un aliento fresco)!