El pelaje de un perro es un indicador clave de su estado de salud general. Un manto brillante y una piel sana reflejan una nutrición adecuada y un cuidado consistente. Conoceras información detallada sobre cómo mantener el pelaje canino en óptimas condiciones, abordando aspectos nutricionales, de higiene y cuidados específicos según el tipo de manto.
La dieta es fundamental para la calidad del pelaje. Una nutrición adecuada contribuye a la fortaleza, brillo y salud de la piel y el pelo de tu mascota.
La deficiencia nutricional puede manifestarse en un pelaje opaco, seco, quebradizo o con excesiva caspa. En tales casos, se recomienda revisar la composición del alimento para perros o considerar suplementos específicos bajo supervisión veterinaria.

El cepillado regular es esencial para eliminar el pelo muerto, la suciedad y los residuos, así como para distribuir los aceites naturales de la piel. Esto previene la formación de nudos y mejora la circulación sanguínea cutánea.
Es importante cepillar en la dirección del crecimiento del pelo y proceder con suavidad, prestando especial atención a las áreas propensas a nudos.
La frecuencia del baño debe adaptarse a la raza, el nivel de actividad del perro y el tipo de pelaje.
Los requerimientos de cuidado varían significativamente entre los diferentes tipos de pelaje.
Ciertos signos en el pelaje o la piel pueden indicar problemas de salud subyacentes.
Ante la presencia de cualquiera de estos signos, se recomienda la consulta con un médico veterinario para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.